En la actualidad, la diferencia entre actividad física y ejercicio físico ha generado cierta confusión en la población en general. Es fundamental comprender que, si bien ambos conceptos están relacionados con el movimiento y la salud física, poseen características distintas que es importante identificar. La actividad física se refiere a cualquier movimiento corporal que conlleva un gasto de energía, como caminar, subir escaleras o realizar las labores domésticas, siendo parte de la rutina diaria. Por otro lado, el ejercicio físico es una práctica planificada, estructurada y repetitiva que tiene como objetivo mejorar o mantener la condición física y la salud. Es crucial entender estas diferencias para diseñar un estilo de vida activo y saludable.
Diferencia entre actividad física y ejercicio: claves para una vida saludable
El ejercicio y la actividad física son dos complementos del mismo objetivo: mantener la salud. Un adulto (de 18 a 64 años) debe realizar a lo largo de la semana un mínimo de entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o bien un mínimo de entre 75 y 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad alta, según recomienda la Organización Mundial de la Salud. Realizar una combinación de ambas propuestas es lo más recomendable para obtener importantes beneficios para la salud, sin embargo, apenas el 30 por ciento de los adultos cumplen con esta recomendación internacional.
Actividad física vs ejercicio físico: ¿cuál es la diferencia y por qué importa?
La actividad física se refiere a todas aquellas acciones que tienen como consecuencia poner nuestro cuerpo a funcionar, de manera que nuestros músculos y articulaciones trabajen de forma natural y casi sin que nos demos cuenta. Incluye tareas habituales del día a día como ir caminando al trabajo, subir escaleras en lugar de coger el ascensor o bailar un poco con música. Por otro lado, el ejercicio físico requiere planificación, intensidad, repetición de movimientos y elección de ejercicios específicos, lo que garantiza resultados más rápidos y duraderos. Practicar ejercicio físico implica cambios fisiológicos y mentales beneficiosos, como mejorar el sueño, aliviar dolores o aumentar la capacidad de concentración.
La clave para una vida saludable está en combinar y equilibrar la actividad física diaria con el ejercicio físico planificado, abandonando hábitos sedentarios y dedicando al menos un par de horas a la semana a esta última actividad. Es fundamental entender la diferencia entre actividad física y ejercicio físico para aprovechar al máximo los beneficios que ambos aportan a nuestra salud y bienestar.
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