En los últimos años, un creciente número de españoles ha decidido incorporar el entrenamiento en ayunas a su rutina diaria. Esta práctica, que consiste en realizar ejercicio físico en un estado de ayuno, ha ganado popularidad debido a sus beneficios para la salud. De hecho, cada vez más personas en España optan por esta opción como forma de mejorar su condición física y incrementar su bienestar general. Pero, ¿cuáles son los motivos detrás de esta tendencia? En este artículo, exploraremos las razones por las que los españoles están apostando por el entrenamiento en ayunas y cómo puede revolucionar su forma de vida.
Tendencias de salud: Descubre los motivos por los que cada vez más españoles optan por entrenar en ayunas
Introducir el hábito deportivo en nuestra rutina puede suponer un cambio altamente positivo en lo que a nuestro estado de salud físico, mental y emocional se refiere. En nuestro país, cada vez son más las personas que deciden practicar ejercicio en ayunas por diferentes motivos circunstanciales; esta práctica puede suponer ciertas ventajas, aunque si no se cumplen determinadas pautas, practicar ejercicio con el estómago vacío puede llegar a ser totalmente contraproducente.
El ayuno intermitente: ¿beneficios y riesgos para la salud?
El hábito de solo cinco minutos que debes incorporar a la rutina para potenciar los resultados del entrenamiento. El deporte también se rige por modas, y dependiendo de la época y el contexto en el que nos encontremos, unos deportes son más populares que otros. El interés por adquirir hábitos saludables, escoger una alimentación equilibrada y mantener un buen estado físico y mental es cada vez mayor entre la población.
Actualmente, en España, el fútbol encabeza la lista de los deportes más practicados; le siguen con cierta distancia el baloncesto, golf y la escalada. Cualquier práctica deportiva es beneficiosa para la salud, pero siempre hay que tener en cuenta las condiciones físicas individuales para escoger entre una u otra actividad.
Practica deporte en ayunas: ventajas y desventajas para tu salud
Ya sea por la falta de tiempo que implica el ritmo acelerado de la sociedad actual, o por la tendencia actual de practicar el ayuno intermitente con el fin de adelgazar, cada vez son más las personas que hacen deporte en ayunas. Lo cierto es que, realizar determinados tipos de ejercicio físico, como el aeróbico, sin haber comido anteriormente tiene algunas ventajas, siempre y cuando lo haga una persona con plenas facultades de salud, que además cumpla unas condiciones determinadas.
El glucógeno, también conocido como almidón animal, se almacena principalmente en el hígado y en el tejido muscular. El almacenado en el hígado recibe el nombre de hepático, y es el encargado de mantener los niveles de glucosa estables en la sangre.
Cuando realizamos ejercicio en ayunas, nuestro cuerpo no tiene acceso inmediato a los carbohidratos almacenados en forma de glucógeno, por lo que recurre a las reservas de grasa como fuente de energía, esto supone una mayor quema de grasa, en comparación a realizar el mismo ejercicio habiendo comido, y puede resultar de gran ayuda a la hora de perder peso a corto plazo.
Ventajas de practicar deporte en ayunas incluyen la reducción de las posibles molestias estomacales, mantenerse más activos durante el resto del día y aprovechar un mayor número de horas de sol, lo que conlleva aspectos muy positivos para la salud.
Desventajas de practicar deporte en ayunas incluyen la posible fatiga, letargo y somnolencia debido a los bajos niveles de azúcar en sangre, lo que puede limitar la capacidad de hacer ejercicios de alto impacto. Además, si no se cumple con las condiciones adecuadas, puede derivar en desmayos, bajadas de tensión y vómitos.
Según los expertos, largos periodos de ayuno combinados con prácticas deportivas de alta intensidad pueden llegar a provocar un déficit de energía perjudicial para la salud; que a su vez puede tener un efecto negativo en el rendimiento, la fuerza y la coordinación del deportista.
Lo recomendable en este tipo de prácticas sería desayunar piezas de fruta, barritas energéticas, cacao u otros alimentos que no nos sacien totalmente, y con los que podamos sentirnos ligeros tras haberlos ingerido, pero que nos den energía.
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