En el sur de Brasil, una intensa tormenta de lluvias ha causado estragos en las cárceles de la región, lo que ha llevado a las autoridades a tomar la decisión de reasentar a más de mil reos en otros centros penitenciarios o, en algunos casos, a enviarlos a sus hogares con dispositivos electrónicos de supervisión. Esta medida ha sido tomada con el fin de garantizar la seguridad de los reos y del personal penitenciario, ya que las inundaciones y daños en las instalaciones han creado un ambiente de alto riesgo en las cárceles afectadas. A continuación, se presentará un informe detallado sobre esta situación y sus implicaciones.
Tormenta de lluvias en Brasil fuerza reasentamiento de reos con dispositivos electrónicos
Las lluvias torrenciales que azotaron el estado brasileño de Río Grande do Sul han causado daños en las infraestructuras y desplazado a más de 20.000 personas. La situación es crítica, y las autoridades han tenido que tomar medidas drásticas para garantizar la seguridad de los reclusos en los centros penitenciarios.
En este sentido, se ha decidido trasladar a otros presidios a 1.057 presos que se encontraban en la Penitenciaría Regional de la ciudad de Jacuí, que se inundó debido a la crecida del río Jacuí. La mayoría de los presos fue trasladada a la Penitenciaría de Alta Seguridad de la vecina ciudad de Charqueadas, mientras que otra parte fue conducida a celdas ubicadas en la segunda planta de la penitenciaría.
Los internos que cumplen pena en régimen semiabierto, es decir, aquellos que pueden salir de día para trabajar pero deben regresar a la cárcel por la noche, fueron autorizados a permanecer en sus residencias, pero con la condición de portar tobilleras electrónicas durante al menos 20 días.
Hasta que el nivel del agua vuelva a la normalidad, llevaremos a esos presos al presidio en el que estaban, afirmó el superintendente de la Secretaría de Servicios Penitenciarios de Río Grande do Sul, Mateus Schwartz.
Además, tres de las siete unidades carcelarias de Charqueadas, que tienen una capacidad sumada para seis mil internos, también fueron afectadas por las inundaciones, lo que obligó a reubicar provisionalmente a parte de los presos.
Las inundaciones causadas por las fuertes lluvias en el sur de Brasil han causado al menos 86 muertos y 134 desaparecidos, según el balance más reciente. Las precipitaciones, que comenzaron a menguar tras una semana sin tregua, han afectado a más de 1,1 millones de habitantes en 385 de los 496 municipios de Río Grande do Sul, que sufren con la falta de alimentos, medicinas y de servicios básicos como luz y agua.
La situación es crítica, y las autoridades trabajan arduamente para restablecer la normalidad en la región. Sin embargo, la situación es grave, y se requiere la solidaridad de todos para ayudar a las víctimas de esta tragedia.
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