Una monja de clausura detalla los ingresos en el convento: Estamos registradas como autónomas

En una revelación sorprendente, una monja de clausura ha detallado los ingresos que se generan en el convento, revelando que ellas están registradas como autónomas. Esta inusual situación ha generado gran interés y ha arrojado luz sobre la forma en que las religiosas administran sus recursos en el seno de la comunidad conventual. Según la monja, esta decisión se tomó para cumplir con la normativa vigente y garantizar la transparencia en las actividades económicas del convento. Sin duda, este inusual enfoque en la gestión de ingresos por parte de las monjas de clausura plantea interrogantes sobre el delicado equilibrio entre la vida contemplativa y las exigencias administrativas y legales en el mundo actual.

Monja de clausura revela: Estamos registradas como autónomas y pagamos Seguridad Social

La clausura es una forma de vida que llevan algunos monjes y monjas, en la que se ven obligados a no salir de su monasterio o convento y se les prohíbe la entrada de personas ajenas a la orden. Sin embargo, hay órdenes religiosas que no imponen la clausura y permiten a sus miembros desempeñar actividades en el exterior.

Sor Marta, una monja de clausura que cuenta con su propio canal de TikTok, intenta responder a las diversas preguntas que suscita la peculiar vida de estas personas en esta red social de origen chino. En un reciente video, la religiosa revela de qué viven las monjas de clausura y si reciben algún tipo de remuneración.

En el video, sor Marta explica que los sacerdotes diocesanos reciben un sueldo del Obispado para encargarse de su espiritualidad y bienestar. Por otro lado, los monjes y monjas son considerados autónomos totalmente, lo que implica que no reciben un sueldo del Estado, la Iglesia ni del Obispado. Sin embargo, algunas monjas pueden percibir ingresos por desempeñar empleos como el de maestras en colegios.

Entonces, ¿de qué viven estas monjas? Sor Marta señala que en su monasterio obtienen ingresos a través de la venta de dulces, del museo y de productos de cosmética. Además, destaca que están registradas como autónomas y pagan la Seguridad Social, cotizando mensualmente para asegurar una jubilación en el futuro.