En un intento por combatir su adicción al teléfono móvil, Daniela decidió someterse a un experimento poco convencional. La joven experimentaba ansiedad intensa cada vez que se encontraba sin cobertura, situación que equiparaba a momentos de alta tensión como estar en aviones o durante exámenes. Esta experiencia la llevó a reflexionar sobre el impacto que la dependencia a la tecnología estaba teniendo en su vida cotidiana. Con el objetivo de superar este hábito compulsivo, Daniela se embarcó en un desafío personal que implicaba reducir drásticamente el tiempo de uso de su dispositivo móvil y aprender a manejar la ansiedad que surgía al no estar permanentemente conectada. Este caso nos invita a reflexionar sobre la importancia del equilibrio en el uso de la tecnología en nuestra vida diaria.
Joven experimenta desconexión digital para superar adicción al móvil
Desde que le regalaron su primer móvil a los 14 años, Daniela no se ha separado de él más de lo estrictamente necesario. A sus 22 años, su uso del iPhone es de seis horas al día, triplicando lo recomendado por la OMS. Según un estudio del Ministerio de Sanidad, se considera adicción cuando el uso o la ausencia de este genera ciertos niveles de aislamiento, ansiedad, falta de control y dependencia.
Estudiante de 22 años se somete a tratamiento por adicción digital
Su universidad le asignó como Trabajo de Fin de Grado un tema sobre desconexión digital. Decidió ser ella misma el objeto de estudio de su TFG, desconectando totalmente de internet. Se detectó una adicción digital y comenzó un tratamiento.
Daniela sustituye su smartphone por un móvil de teclas en experimento
Decidió apagar su smartphone y sustituirlo por un móvil de teclas que solo sirve para llamadas. Renunció a ver series y películas, pero no a su hobby fotográfico. Se marcó una semana de retiro sin móvil como tiempo necesario para reflexionar.
Tras una semana sin móvil, estudiante experimenta cambios positivos y negativos
Los primeros días se le hicieron eternos, pero luego empezó a descansar mejor por las noches y a sentir mayor claridad mental. Tras la reconexión, no sintió ansia al encender su iPhone, pero sí valoró la experiencia como esclarecedora.
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