El recalentamiento del aceite de freír es una práctica común en muchas cocinas, sin embargo, sus efectos en la salud pueden ser perjudiciales. Un estudio reciente revela que calentar repetidamente el aceite de freír puede generar compuestos tóxicos que al ser consumidos, afectan negativamente al cuerpo humano. Al recalentar el aceite, se produce una oxidación que da lugar a la formación de aldehídos y otros productos nocivos que pueden provocar daños en el organismo.
Reusar el aceite de cocina podría dañar de manera importante nuestra salud
En los últimos años, la escalada en los precios de muchos productos básicos en España, como diversos tipos de aceite, ha llevado a muchas familias a tomar medidas como reusar más veces el aceite de freír. Por desgracia, esto puede tener efectos adversos muy serios sobre la salud, que en algunos casos podrían no ser evidentes en el corto plazo.
Ahora, un nuevo estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Bioquímica y Biología Molecular y que se publicará próximamente en el medio Journal of Biological Chemistry ha encontrado que el consumo frecuente de aceite de freír reusado se asocia a mayores niveles de neurodegeneración y, por tanto, a una progresión más rápida de enfermedades como el alzhéimer o la demencia.
Consumir aceite reusado podría acelerar enfermedades como el alzhéimer y la demencia
Según explica el portal de noticias sobre salud Medical News Today, concretamente este trabajo halló que las ratas alimentadas con dietas que incluían aceites de freír recalentados mostraban mayores marcadores de neurodegeneración que las ratas que recibieron una dieta estándar. Las ratas se dividieron en cinco grupos diferentes y se observó un mayor estrés oxidativo y una mayor inflamación en el hígado en aquellas alimentadas con aceites reusados.
Descubre cómo el recalentamiento de aceites puede dañar tu cuerpo y cerebro
En términos más amplios, el estudio reveló que las dietas que incluyen aceites recalentados conducían a niveles aumentados de colesterol LDL, triglicéridos y marcadores inflamatorios. Además, se asociaron con un daño hepático y de colon considerable. El consumo de aceites recalentados también resultaba en daños cerebrales específicos, sobre todo en áreas cruciales para la regeneración, resaltando el riesgo neurológico del consumo de aceites reusados.
Según los expertos consultados por Medical News Today, el calentamiento de aceites a altas temperaturas altera su composición química natural de manera significativa, generando compuestos dañinos como grasas transaturadas, acrilamida y aldehídos. Por lo tanto, es fundamental evitar el consumo de aceites recalentados y optar por dietas equilibradas ricas en compuestos beneficiosos como ácidos grasos omega-3 o compuestos antioxidantes, como los presentes en la dieta mediterránea.
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